Capítulo 06: Horno de Lluvia – Parte 1


Era durante un día de incesante lluvia en Gensokyo que Marisa vino llamando a Kourindou como un cliente real, bastante extraño. Su pedido fue que Rinnosuke repare su herramienta más útil, el Mini-Hakkero. Ella dijo que estaba muy unida a este objeto, y no quería que se fuera a oxidar otra vez. Y además, hizo una petición muy sorprendente... ¡La primera parte del sexto capítulo sobre un raro metal en una historia original basada en las series de Touhou!

Horno de Lluvia – Parte 1

Viajé sobre un sombrío y desmarcado camino. Mi ropa se sentía el doble de pesada de lo normal. Un resultado natural de esta llovizna, por supuesto.

Sea la luz del sol o pura lluvia, las hojas de este bosque la disipan completamente. Si está soleado o lluvioso no hace mucha diferencia aquí. No sabiendo si es de día o de noche... realmente me gusta bastante esta sensación de ausencia de barreras.

Pero sin embargo, es algo difícil caminar cuando tu falda es tan pesada. Puse mis manos dentro de mi bolsillo sintiendo el objeto áspero que llevaba y miré hacia arriba. Hablando de eso, ¿no era también un día lluvioso cuando conseguí esto?


Él atendía una tienda por aquí si mal no recuerdo. No suelo pensar mucho en el pasado, pero bueno, recuerdo muchas cosas y la agradable penumbra dentro de la tienda. Sí, allí no había tal cosa como el día o la noche, humano o youkai. Era ese tipo de lugar. Ciertamente, se siente agradable allí, pero hay una cosa que no puedo aguantar.

Probablemente tenga que ver con mi familia, pero era tan rígido conmigo. Bueno, por su-puesto. Incluso antes de que yo naciera, él ya era un aprendiz de la familia Kirisame. Al final parece que dijo que al lidiar con los productos de todos los días y con los clientes humanos no podía usar la mayor parte de su “habilidad” y terminó conteniéndose. Aunque esa habilidad suya... apenas una habilidad mal concebida que no puede matar ni revivir. Hace un tiempo decía cosas como “esto es un calentador”, y lo usaba de una manera realmente extraña. En cualquier caso, hace ya mucho tiempo que es muy reservado cuando se trata de mí. Aunque yo ya dije que no voy a regresar a vivir con mi familia.

En ese momento vi un hada sentarse en unos hongos enormes. Ese tipo de hongos hace que la gente se sienta más alegre, así que tomé algunos para recuperarme de la fatiga. Él siempre es antisocial y decaído, así que quizás deba darle algunos como regalo.

Los hongos del bosque crecen en un parpadeo, y siempre lo hacen en diferentes lugares. Prácticamente aparecen de la nada y desaparecen igual de rápido. El bosque mismo está vivo y siempre está cambiando. Pero hay cosas que cambian aún más rápido que el bosque. Como los humanos. Los humanos son los verdaderamente elusivos.

Pero él... ese tipo no ha cambiado en lo más mínimo desde hace mucho tiempo, ni por dentro ni por fuera. Ya atendía esta tienda desde que tengo memoria, así que no sé realmente cuándo fue que aprendió todo. De todas formas, ¿cuánto tiempo planea vivir?

Hay humanos que desafían la gravedad. También hay humanos que pueden detener el tiempo. Pero ¿que no cambien ni por dentro ni por fuera? Esa debe ser lo único que ningún humano puede imitar. Me da celos.

Ahí fue cuando me di cuenta de que había tomado demasiados hongos y que el hada no se veía muy contenta. No parecía que pudiera llevar tantos, pero hubiera sido un desperdicio dejarlos atrás, así que acabé poniéndolos dentro de mi sombrero. Estaban húmedos, así que se sentía un poco desagradable. Vaya, parece que no soy capaz de deshacerme de nada. A veces me sorprendo de mí misma.

Era justo como cuando vivía con mis padres. Durante una de sus poco frecuentes visitas a mi casa, llevaba consigo unos trozos de metal, y tuve una discusión con mi padre por alguna razón. Yo era muy joven, y aunque intenté desesperadamente escuchar detrás de las puertas, cosas como “hihiirokane6” y “metal raro” era todo lo que podía oír. Después se despertó mi curiosidad y empecé a recolectar de todo, desde herramientas de metal hasta barras viejas de hierro y desechos de hierro, cualquier cosa que sea metal. Al final era inútil, pero incluso ahora que ya me fui de la casa de mis padres, todos esos trozos de metal que recolecté en aquel tiempo (bueno, basura realmente) todavía los tengo en mi nueva casa. Pude dejar atrás mi hogar, pero no podría deshacerme de esos desechos de metal. Sí que me sorprendo de mí misma.

Mientras recordaba esas cosas innecesarias vi mi destino. El “rin7” viene de la cercanía al bosque y de que frecuentemente llovizne. Sí, el dueño de esta tienda le pondría un nombre así de obvio. El “kou8” se relaciona con los dioses, básicamente significa templo. Dios, a este tipo sí que le gustan estas cosas. “Kourindou”. Esta vieja y pequeña tienda es el templo que se sitúa en la frontera entre humanos y youkais, lloviznas y bosque. En otras palabras, ¿este lugar vendría a ser el corazón de Gensokyo?

Hoy llovizna, y en estos días lluviosos, lo único para hacer es prender una lámpara y leer un libro.

Toc toc. ¡Bam!

—¡Oye, corazón de Gensokyo! Sé que es algo repentino, pero dame algo para secarme.

Vi algo negro y mojado. Estaba seguro, la que arruinaba mi hora de agradable lectura era la misma persona problemática de siempre.

—¿A qué te refieres con “corazón”, Marisa? Oh... estás bastante mojada, ¿no crees? Toma esta toalla y sécate.

—Oh, muchas gracias. A propósito, ¿por qué estás leyendo un libro, Kourin? Hoy está lloviendo, por si no lo notaste. ¿No dices siempre que “los únicos días para leer libros son los días soleados”?.

—Solo dije que los días soleados eran los únicos en los que podías leer un libro con las luces apagadas.

—Ah, sí, te traje esto. Come los que quieras y anímate un poco.

Marisa se quitó el sobrero y me lo dio en la mano mientras limpiaba su cuerpo. Estaba lleno de hongos.

—¿Me estás diciendo que coma estas cosas de dudosa procedencia? Bueno, conociéndote, seguramente sean buenas...

—Haz una sopa de hongos. Aquí tienes la toalla.

—¡Oye, sécate bien! Sería malo para mi mercancía si te sientas cerca de ella con esa ropa mojada.

—Esta es la parte en la que te preocupas porque pesque un resfriado. En fin, hoy tengo un trabajo para ti. Apuesto que no contabas con eso, ¿eh?

Cuando tú misma admites que inusualmente vienes a comprar, ya no tengo nada cínico que decir. Marisa dijo “Vine a pedirte que arregles esto” y sacó de su pollera un artefacto octogonal que parecía un quemador de incienso. Aunque estaba todo desgastado, lo que más destacaba era el óxido.

—Ahh, qué nostalgia. ¿Sigues usando este Mini-Hakkero?

—Abuso de él todo el tiempo, prácticamente para todo. Es solo que se oxidó un poco.

Este Mini-Hakkero es un artículo mágico que hice cuando Marisa dejó la casa de sus padres.

Aunque es pequeño, tiene un extraordinario poder de calefacción. Puede reducir una simple montaña a cenizas. Supongo que también puede ser utilizado como calefacción, para experimentos, combate y más.

—Dios, no puedo ni pensar en vivir sin él.

—Ya veo. Escuchar esas cosas es uno de los beneficios de ser un fabricante de artículos.

—Es por eso que quisiera que lo modifiques para que nunca se vuelva a oxidar. Sí, quisiera que hagas el reactor enteramente de hihiirokane.

Escuchar una palabra tan extraña me hizo imaginar por un momento que ya no estaba hablando con Marisa, así que cambié el tono a uno más de negocios casi por reflejo.

—Desafortunadamente carezco de dicho material.

—De lo que careces, Kourin, es de la habilidad para mentir. También careces de muchas otras cosas.

—Hmph, mentir es una molestia así que dejaré de hacerlo. Pero no pensé que sabrías sobre el hihiirokane.

—Claro que sé. Es buen material, ¿cierto?

—Hmm, el hihiirokane es un metal increíblemente raro. Sin embargo tengo un poco de él. Creo que podría utilizarlo.

—Hazlo por favor.

El hihiirokane es, de hecho, un metal inoxidable. Puesto que sus propiedades prácticamente no cambian bajo ninguna circunstancia, creo que con él se podrían fabricar los objetos mágicos más poderosos. Pero modificar su Mini-Hakkero habría agotado toda mi reserva de este metal precioso... ¿Qué debería haber hecho?


Mientras dudaba, noté que había un punto extraño en lo que Marisa había dicho. Esta sería mi primera oportunidad de hacer negocios en un tiempo.

—De acuerdo. Ya que este artículo es un orgulloso trabajo mío, haré lo mejor que pueda.

—¿En serio? Eso me ayudaría bastante.

—Sin embargo, tengo que pedirte algo a cambio.

Como dije, cuando alguien acepta un trabajo, es natural pedir algo a cambio. Pero para Marisa, las condiciones que le propuse podrían considerarse incluso más fáciles que pagando con dinero u hongos.



6. El hihiirokane (ヒヒイロカネ o 緋々色金, lit. “mineral carmesí”) es un metal presente en leyendas antiguas japonesas que alegaba poseer extrañas propiedades físicas y podía usarse para forjar extraordinarias aleaciones metálicas.
7. “Rin” (霖) como aparece en Kourindou (香霖堂) está formado por los kanjis de de lluvia (雨) y bosque/árbol (林).
8. “Kou” (香) significa incienso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario