Capítulo 05: Hora del Té Elegante y Perfecto – Parte 2


La sirvienta en jefe de la Mansión Scarlet Devil, Izayoi Sakuya, tiene una particular e inusual habilidad. Es como un truco de magia sin ninguna preparación. A diferencia del desconcertado Rinnosuke y las demás, Sakuya era la única que mostraba un ánimo deslumbrante. Al final, con una simple advertencia, arrojó el estuche al aire...

¡La conclusión del capítulo 4, “Hora del Té Elegante y Perfecto”!

Hora del Té Elegante y Perfecto – Parte 2

—¿Ah...? ¿Qué rayos es esto?

Remilia señaló al interior de la caja con cara de cansada.

Bueno, era una reacción comprensible. Sakuya vino para comprar unas tazas y eligió la que estaba rota. Pensé que Remilia tenía alguna extraña razón para hacer eso, pero al parecer estaba equivocado. Sorprendentemente, podía identificarme con los sentimientos de Remilia.

—¿Eh? ¿“Qué”, dice? Pues son tazas. ¿No son de su agrado?

—Es un destacable diseño de vanguardia. Pero por ejemplo, si se la toma por el asa, le faltará un tercio, por eso casi podría pensarse que no es para nada una taza... Creo que sería mejor si pudiese contener más líquido.

—¿Pero acaso no tiene un lindo diseño? Me gusta mucho esa sensación relajante y refinada que tiene. Y el dueño de la tienda también dijo que le gustaba, ¿cierto?

—Así que hasta al dueño de la tienda le gusta este diseño raro.

Remilia me estaba mirando de forma lamentable y sospechosa. Bueno, me solían gustar. Si comenzaban a pensar que trataba de venderles una taza rota, estaría en problemas.

—Oh, ¿y qué es este papel?

El papel con la disculpa de Marisa también estaba dentro del estuche.

—Creo que es la valoración de un experto o algo así.

—¿Existe algo como la valoración de un experto que solo tenga escrito un “Lo siento”?

—Es una valoración del tipo “No pude valorarlo”.

—¿Entonces es como en la presentación de un mago cuando dice “no hay ninguna clase de truco”?

Eso sería muy poco probable.

Tal vez Reimu se cansó de ese juego de palabras porque ya se había ido a tomar té por su cuenta. Por cierto, me pregunto por qué había un chawan5 solo para Reimu en mi casa.

—Te lo preguntaré otra vez, Sakuya, ¿qué rayos es esto?

—Como le dije, es una taza de vanguardia.

—¿Yo te pedí tal cosa?

—En efecto, usted pidió que sea pequeña, liviana, rara, bonita...

—Bueno, aunque sí es muy linda.

¿Lo es?

—Y además tiene un aire más refinado que las que había en el templo, ¿cierto?

—Sus formas son muy parecidas, en efecto, pero...

¿Sus formas son muy parecidas? ¿Hay tazas vanguardistas (además de la original) en el templo? Le pregunté a Reimu sobre eso.

—No sé de qué están hablando.

—Ah, ¿no lo sabes? Ya estaban allí justo antes de que mandara a Sakuya aquí.

—Ella no sabe nada de eso, señorita. Fue después de llegar que las tazas se volvieron “vanguardistas”.

—¡¿Qué...?! ¡¿Así que rompieron mis tazas?!

Por un momento, la tienda resonó con una lluvia de palabras de enfado de Reimu.


Cierto, eso fue lo que pasó. Rompieron la taza de té de Reimu, así que vinieron a comprar una para reemplazarla. Pero entonces ¿por qué iban a comprar una taza rota?

—Sakuya, efectivamente te pedí una taza que se pareciera a la de Reimu. Pero no quería una que se vea a cómo quedó después, sino una que luciera como antes de que cambiara. ¿No lo enten-diste?”.

—Oh, ¿en serio? Estaba segura de que deseaba una taza que hiciera juego con la de Reimu.

—Esto no es un juego, es un mix.

—Pero si compraba una taza normal, usted me habría dicho algo como “¡¿Qué estás haciendo?! ¡Sus formas son completamente diferentes!”, ¿cierto?

—Yo... Yo no diría algo así.

Tal vez sí. Incluso para una sirvienta, debe ser difícil acompañar a esta malcriada e infantil (aunque aparentemente tiene más de 500 años) señorita. Pero si quería una taza rota, ¿no era solo cuestión de comprar una normal y luego romperla? Eso fue lo que pensé, pero bien podría ser una clase de chiste para las chicas de Gensokyo. Si pienso demasiado en eso me cansaré. Es por eso que tomé la postura de no preocuparme demasiado acerca de las cosas que no comprendo.

—Lo entiendo. ¿Entonces quiere una taza normal?

—Si eso es lo que piensas, haz lo que se te plazca, Sakuya.

—Por supuesto, eso era justo lo que estaba pensando.

¡Santo cielo!, estas chicas eran una molestia completamente diferente a Reimu y Marisa. De cualquier modo, en el momento en el que estaba pensando en ir a buscar otra taza, oí la voz de Sakuya.

—Bueno, entonces estas tazas son basura.

¡¿Qué?! ¡Espera un momento! Giré confundido para ver a Sakuya, pero ya era demasiado tarde. ¡Ya había lanzado el estuche y la taza hacia arriba!

¡Los fragmentos estaban danzando en medio del aire! El tiempo parecía ir más lento debido a la tensión, ¡como en una ilusión! Una de las tazas aún estaba en una pieza. Pero aunque ambas hayan estado rotas, ¡¿qué clase de persona las arrojaría?! ¡Hasta la despreocupada chica tomando el té parecía sorprendida! Me preocupé aun más cuando pensé que Reimu dejaría caer su chawan por el asombro. En cuanto a Remilia, sus alas de vampiro estaban completamente abiertas. Aunque no sabría decir si fue debido a la tensión o a la sorpresa...

...Aunque las tazas sí que se estaban tomando su tiempo en caer. ¿Acaso el estuche todavía no había caído al suelo? Bueno, eso es obvio considerando el tiempo... El pedazo de papel con aquel “Lo siento” de Marisa escrito en él estaba revoloteando en medio del aire.

—Bueno, ¿cómo estuvo? Un verdadero truco de magia sin ningún truco.

¡No pude ver ni siquiera un solo pedazo de la taza en el suelo! Sorprendido, me giré hacia Sakuya, misteriosamente, ella estaba sosteniendo la taza. Sin embargo, aun más misterioso que eso...

Al final, las tazas fueron vendidas sin ningún problema, y ellas dos abandonaron la tienda. Remilia parecía bastante satisfecha con la performance de Sakuya. Reimu estuvo muda del asombro un rato, pero luego debió haber recordado que esas dos estaban por dirigirse a su templo, así que dejo el té a medio beber y se fue a perseguirlas.

En cuanto a mí, no comprendía cómo Sakuya pudo juntar todos los pedazos de la taza que arrojó, y mucho menos cómo pudo restaurar perfectamente la taza rota a su forma antigua. Simplemente me quedé estupefacto ahí por un rato...

Varios días pasaron. Y siguiendo mi teoría de “no te preocupes mucho...”, fui capaz de recobrarme de mi confusión. Justo en ese momento, Marisa vino a visitarme y luego de regañarla por lo de la taza, le conté lo que pasó. Ella comenzó a explicarme con su habitual forma de “no hay nada de raro en eso”. Al parecer Sakuya tiene la “habilidad de detener el tiempo”. Por supuesto, de esta manera, aunque fuera arrojada, podría atrapar la taza antes de que se rompiera. Uno podría decir que en verdad no había ningún truco.

Pero esperen un momento... Esta habilidad no podría restaurar una taza rota, ¿o sí? Algo no está bien. Aunque debería haberme rendido, comencé a pensar acerca de eso otra vez. Sí, hay una manera de restaurar la taza deteniendo el tiempo. Mientras más pensaba sobre esto, mi cerebro más se enfocaba en una sola preocupación.

—¡Eso es, la taza que “solía” gustarme no era como esa!


Con un mal presentimiento, busqué entre todo el montón de mercadería. ¡Esa clienta es del tipo que hace algo increíble intencionalmente! Bueno, ya la vendí, así que no hay una verdadera pérdida, pero... verifiqué la mayor parte de mi mercadería, así que la única que me quedaba... ¿era la pila donde Marisa estaba sentada? Moví a Marisa, y debajo de ella encontré un estuche de apariencia refinada. Era ese, no tenía dudas. Con Marisa mirando, temerosamente abrí la tapa.

Ambos, Marisa y yo, reconocimos la hoja de papel japonesa y los pedazos de la taza. Y encima del papel japonés había un nuevo trozo de papel occidental que tenía las palabras “Lo lamento”. Verdaderamente, la “valoración” de una maga.



5. Un chawan (茶碗, lit. “tazón de té”) es un tazón para preparar té.

No hay comentarios:

Publicar un comentario