Capítulo 08: El Pasillo Lluvioso de Verano – Parte 1


Con su fuerte sol y cielo azul, el verano ha llegado a Gensokyo en todo su esplendor. Sin embargo, en los alrededores de Kourindou parece que la época de lluvia había perdido el sentido del tiempo, y los extraños chaparrones continúan... ¡La primera parte del capítulo 8 sobre un inusual fenómeno temporal en una historia original basada en las series de Touhou!

El Pasillo Lluvioso de Verano – Parte 1

Una vez al año, la temporada de lluvias con su típica humedad japonesa llega a su fin, y Kourindou se baña nuevamente con los intensos rayos de sol.

La temporada de lluvias promueve la propagación de moho, que daña los libros y las herramientas, causándole muchos problemas a mi tienda de antigüedades. Esa melancólica época del año finalmente anunció su desenlace.

Aunque mis preocupaciones aún no se habían disipado.

No es como si me disgustara el sol del verano. Los fuertes rayos del sol hacen que el interior de la tienda se vea más oscuro por el ángulo. El contraste entre la oscuridad de la tienda y el brillo del exterior hacen que realmente se sienta como si fuera verano. Me gustan ambos, la oscuridad y el brillo.

Sin embargo, este verano fue diferente. La fuerza de los rayos demostraba, sin lugar a dudas, que estábamos en pleno verano. Pero estaba entrando más luz de la necesaria por la ventana... Era como si la tienda estuviera frente a una gran cantidad de agua y el reflejo iluminara el interior. Este brillo absurdo no se sentía como si fuera verano. Por alguna razón parecía que ese clima solo afectaba alrededor de mi tienda. Es más, hacía ya tres días que estaba así.

Desafortunadamente, investigar este tipo de “incidentes” no es mi especialidad. Por lo general, hasta para la más pequeña ocurrencia hay gente cerca que la resuelve inmediatamente. Excepto... que por una u otra razón, parecía que el único lugar afectado era en los alrededores de mi tienda, y al parecer ella todavía no lo había notado. Pero ir a buscarla para que investigara con este clima hubiera sido toda una molestia.

Bueno, conociéndola, estaba seguro de que aparecería sin que tenga que llamarla. Siempre se aparece cuando la necesito, o cuando no. No sé si es de ayuda o un impedimento.


Toc toc.

—¡Oye! ¡¿Por qué solo llueve alrededor de tu tienda?!

¿Ven? Ahí estaba. La especialista en incidentes que mencioné.

—Bueno, pero si es Reimu.

“Viniste en el momento...” es lo que estaba a punto de decir, pero mejor me callaba para ver cómo seguía todo con la investigadora especialista, Reimu. Tal vez sabía algo sobre este incidente.

—Por supuesto que soy yo. Vaya, ¿ni siquiera sabes en qué estado está tu tienda?

Si bien la temporada de lluvias terminó, las precipitaciones continuaron sin señal de que se vayan a detener. Ciertamente, era algo extraño. No se veía ni una nube en el interminable cielo azul, este fenómeno estaba ubicado solamente en las cercanías de tienda. Sin embargo esa vez elegí ignorar el hecho.

—¿De qué estado estás hablando?

—Me sorprendes. ¿No sales para nada de aquí? Llueve tan fuerte que no puedes ver el exterior. Y no hay ni una nube... De lejos parece que hubiera una manta blanca cubriendo únicamente esta zona. No estarás haciendo experimentos raros otra vez, ¿cierto?

—Ah, entonces en verdad era solo alrededor de la tienda.

Claro que lo sabía.

—¿Qué estás planeando?

—Nada de nada, Reimu.

—Aun así, es una gran boda de zorros la que tienes aquí, no parece un zorro común10.

Parece que Reimu tampoco tenía información al respecto. Tal vez debía planear una forma para que se interesara en investigar. Le di una toalla y le dije que se secara la ropa con ella.

—Como sea, creo que la tuviste difícil hace tiempo.

—¿A qué te refieres con “hace tiempo”? Siempre la tengo difícil, así que no recuerdo bien.

—Estaba nevando hasta que comenzó la temporada de lluvias. ¿No fuiste tú la que resolvió ese incidente, Reimu?11

—¿Ah, eso? No fue la gran cosa. Tuve peleas peores, y no es que hayan sido tan grandes tampoco, supongo.

—No estoy seguro si eso significa que la tuviste difícil o no.

—Siempre es lo mismo. Si dejo que las cosas fluyan solas se hacen más difíciles. Si la primavera no llegaba, habría sido un gran problema, así que tenía que hacerme cargo de eso. Si la niebla no se despejaba, habría sido otro gran problema, así que también tenía que hacer algo al respecto... Espera, eso significa que tú también estás en problemas, ¿no?

—Parece que lo entiendes a la perfección. Sí, estoy en problemas.

—¡De haberlo dicho antes! Supongo que no tengo opción. Investigaré esta boda de zorros por ti.

Al parecer Reimu se estaba divirtiendo. Aunque no importa cómo lo viera, no se veía que la tuviera difícil. Más que querer resolverlo para ayudarme, era como si estuviera entusiasmada por tirarse de cabeza a ver cosas extrañas.

—Lo siento, pero tengo otros asuntos que atender. Me preocupa lo que tengo que hacer con ellos.

En realidad no tenía mucho más que hacer. Claramente se veía que estaba desocupado, pero este tipo de incidentes están fuera de mi área de conocimiento.

—Está bien, como sea. De todos modos mi ropa está empapada, y salir en la lluvia otra vez no hará gran diferencia... Tú quédate aquí atendiendo tus “asuntos”. Igualmente estos incidentes menores se solucionan rápido.

Luego de decir eso Reimu salió de la tienda bastante animada. Como me esperaba, aceptó mi pedido. Pero pensándolo mejor, noté que Reimu vino sin ninguna razón en particular. De hecho, tal vez ya vino con la intención de resolver este incidente desde un principio.

Llegué a esa conclusión porque dejó la toalla que le presté casi seca. No la usó. Creo que entró planeando salir inmediatamente. O tal vez no le importó estar empapada.

Si le dejaba eso a Reimu, luego de unas horas la dura luz de verano caería nuevamente fuera y mi tienda recuperaría su oscuridad veraniega una vez más. Cuando pone manos a la obra, un incidente normal es resuelto en dos o tres horas hasta medio día, un día como mucho. Eso es lo normal.

Me preguntaba si debía prepararme un té verde y ponerme a leer algún libro. Podía dejar el resto para después. El agradable aroma del té te hace olvidar el paso del tiempo. Aunque si Reimu llegaba a verme así mientras ella estaba trabajando tan duro, seguramente se iba a enojar...


Aun si Reimu no sabía la razón detrás de esta boda de zorros, yo creía tener una idea. Nunca pensé que fuera posible, pero... si es lo que creo, entonces es un presagio. Si esperaba un poco más, las cosas volverían a la normalidad, así que tal vez era algo de lo que solo Reimu podía encargarse con sus procedimientos de emergencia. Además, habría sido peligroso decirle a alguien más, especialmente a Marisa.

¡Boom! ¡Craaaaack...!

Todo sucedió en un instante. El interior de la tienda se iluminó con una luz blanca y azul tan brillante que ni siquiera podía leer mi libro, y luego, junto con el exterior, todo se oscureció instantáneamente. La lluvia se hizo más fuerte, el cielo que debería haberse aclarado, se oscureció, y todo el paisaje se volvió negro.

Esperaba la fuerte luz de verano, así que estaba honestamente sorprendido por la repentina tormenta. Y pensar que se podían escuchar los truenos en el cielo despejado... Aunque supongo que incluso con buen tiempo puede comenzar a llover de todas formas.

La repentina tormenta hizo que me preocupara un poco por Reimu, pero eran sus quejas ociosas luego de que resolviera el problema lo que realmente me preocupaba. Al final lo iba a resolver, pero claramente no pronostiqué la fuerte lluvia. Tal vez debía prepararle un cambio de ropa. El verdadero problema aquí era su estado de ánimo.

Me acerqué a la ventana y eché un vistazo al exterior para ver cómo iba, pero no pude ver a Reimu en ningún lugar. La lluvia era cada vez más fuerte, como si estuviera intentando drenar el color del mundo. El contorno del bosque y de las montañas empezó a desvanecerse para terminar siendo un mundo gris oscuro. Lo único que podía oír era el sonido del agua cayendo sobre mi techo.

En ese momento vi una persona corriendo frente a la tienda. Una figura que, dadas las circunstancias, no tenía color. Era una sombra monótona; blanco y negro.



10. Según el folklore japonés, cuando se casa un zorro (kitsune no yomeiri), llueve en un cielo despejado.
11. Se refiere a los sucesos de Perfect Cherry Blossom.

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